La transformación radical provocada por la digitalización en las empresas de todos los sectores, constituye una oportunidad única para obtener y generar valor, aunque también implica riesgos ya que los líderes empresariales han de batallar con sus implicaciones estratégicas.
En este caso vamos a analizar cinco de los principales sectores empresariales:
Fabricación: Aunque no todas las empresas del sector aprovechan al máximo este hecho, la fabricación genera una extensa cantidad de datos en comparación con otros sectores de la economía.
Desde el I+D y la cadena de suministro hasta el marketing y la atención al cliente, se ven transformadas por la innovación. Por otro lado, las empresas líderes, también se están adelantando en ámbitos que presentan un gran potencial, como el de la inteligencia artificial (IA), la robótica y el internet de las cosas (IoT).
Distribución: Los distribuidores son el eslabón fundamental de la cadena de suministro, por ello es indispensable que eviten el riesgo de quedarse atrás, adaptándose y aprovechando la evolución que les proporciona la transformación digital.
Necesitan flexibilidad para ajustar las prácticas comerciales y recortar costes al tiempo que fidelizan a los clientes e incrementan su alcance y crecimiento. Esta transformación digital favorece al sector a impulsar el crecimiento y crear mejores relaciones tanto con los clientes como con los proveedores. Las opciones disponibles son numerosas, pero la clave reside en elegir cuidadosamente la inversión entre ellas, basándose en análisis avanzados, el comercio electrónico y el internet de las cosas (IoT).
Servicios: La modificación de los modelos de negocio y los flujos de ingresos, provocada por la innovación de la transformación digital, como por ejemplo las aplicaciones en la nube, ha cambiado radicalmente la forma de interactuar de los clientes y las empresas de servicios.
Las empresas líderes del sector están realizando inversiones para incrementar su eficiencia operativa y mejorar la experiencia del cliente, algo esencial en un entorno multicanal en el que las exigencias son cada vez mayores. La clave reside en utilizar correctamente datos que se encuentran disponibles de manera generalizada, pero también la necesidad de competencias y tecnologías apropiadas para entenderlos.
Automoción: Los directivos del sector de la automoción tienen una gran presión a la hora de modificar sus estrategias empresariales y gestionar sus negocios, dadas las expectativas de los clientes. Es habitual que surjan nuevas exigencias que requieren la incorporación de datos y una interactividad, por ejemplo la conexión y electrificación de los vehículos, que obviamente incrementa el coste y la complejidad de la producción.
El sector puede responder a estos cambios innovando a través de la transformación digital y creciendo así en nuevas direcciones, llegando a experiencias en las que lo digital tenga una función central.
Alimentación y bebidas: Las empresas líderes de alimentación y bebidas han convertido la necesidad de innovar en una prioridad fundamental, que las ha llevado a un aumento considerable de su inversión en la transformación digital.
La alta dirección sabe que la innovación en cuanto a productos resulta primordial para satisfacer los continuos cambios en las exigencias de los clientes. Para que las empresas de alimentos y bebidas sigan siendo viables, deben variar con destreza sus estrategias empresariales e invertir en tecnologías que consigan optimizar los procesos y aumentar los márgenes de beneficios.