Bases para la transformación digital de las empresas: estrategia global

Aprovechar las sinergias aporta agilidad a los procesos, lo que en último término repercute en el servicio que se da al cliente. Por eso, una estrategia digital eficiente es aquella que empieza desde los cimientos.

La transformación digital, en definitiva, debe considerar al mismo tiempo:

• Los procesos internos de la empresa, por ejemplo, la forma en que se gestionan los stocks y el acceso que tienen a esa información los diferentes departamentos.
• Cómo se proveen los servicios, por ejemplo, la capacidad y tiempo de respuesta a los pedidos de los clientes.
• La captación y fidelización de clientes. Las empresas deberán adaptarse y aprovechar las nuevas vías para encontrar potenciales clientes.
• El servicio posventa. Hay que estar al alcance de los clientes, tanto en redes sociales como por otros medios para que se sientan respaldados ante cualquier necesidad.

Ecosistemas dinámicos de valor

El negocio debe pensar cómo piensan sus clientes.

Los consumidores ya buscan en internet la respuesta a sus necesidades y la encuentran rápidamente en diversas fuentes:

• Proveedores de empresas del sector.
• Partners de esas empresas.
• Competidores tradicionales.
• Competidores digitales.
•  
• Otros clientes.

Esto ocurre porque todas esas fuentes son empresas que ya han creado sus webs, apps y perfiles en redes sociales y han hecho un esfuerzo para conectar con sus consumidores. Y también son usuarios que participan en esas redes sociales y en foros compartiendo su opinión y su experiencia.

Son los denominados ecosistemas dinámicos de valor, y la empresa debe adoptar su transformación para integrarse en ellos.

Prosperar en la transformación digital

El mayor reto de la transición digital es el paso de una cadena de valor lineal a un ecosistema dinámico de valor.

Ahí está la principal razón de la resistencia al cambio, porque supone una completa reconceptualización del negocio en la que la empresa deja de comunicarse directamente con el usuario para pasar a integrar un ecosistema en el que convive con competidores de todos los tamaños, y con otros actores entre los que ese usuario navega para elegir lo que quiere de cada uno.

Esta transición obliga a las empresas a cambiar la forma en que se relacionan con sus proveedores y con sus clientes, pero como contrapartida les aporta unas nuevas ventajas:

1. Impulsa nuevas líneas de negocio: al adaptarse al nuevo ecosistema, se están creando nuevas vías de ingresos porque pueden surgir sinergias con otras empresas para ofrecer nuevos productos y servicios.
2. Incrementa el valor añadido a los clientes: la transformación digital no sólo consiste en atraer nuevas conexiones con el exterior. Se trata también de utilizar esas conexiones para mejorar la eficiencia, encontrando nuevos proveedores y partners que aumenten el alcance de la compañía.

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